pura "magia": la COMPRENSIÓN del comportamiento de otros seres humanos, y su importancia
Reproduciendo y ampliando la respuesta ofrecida en Quora a la interrogante: ¿Cómo puedo comprender mejor el comportamiento de los demás?
Créditos: Imagen original creada con prompt del autor, utilizando Copilot
Amigo lector:
El breve texto cuya lectura inicias puede ser de interés para diversos públicos, a partir del tema que aborda, perteneciente a la esfera social/relacional; pero tiene una significación particularmente importante para los educadores, quienes son "la mitad" del público objetivo de este blog académico (la "otra mitad" son los estudiantes). Obviamente, yo creo que hay otros públicos -por ejemplo, profesionales y líderes de diferentes sectores, que habitualmente interactúan con muchos seres humanos-, que también pueden encontrar aquí algunos temas y aspectos que les resulten interesantes para gestionar con efectividad sus relaciones humanas y sociales, y ojalá así sea.
Un educador necesita comprender a fondo el comportamiento de sus alumnos para ejercer una influencia educativa efectiva sobre ellos, y de eso trata la respuesta que leerás en seguida: cómo comprender la conducta de los demás. Así que te invito a ponerla en contexto, en tu propio contexto educativo, y obrar en consecuencia. Gracias por ser, por estar, por acompañarme hoy y siempre.
¡Saludos cordiales!
Quieres saber esto: ¿Cómo puedes comprender mejor el comportamiento de los demás?
Pues así (entre otras muchas formas):
1- Poniéndolo en contexto.
Como dejó magistralmente dicho el gran filósofo español Don José Ortega y Gasset, el hombre es él y sus circunstancias; y ello significa que ninguna persona está exenta de recibir alguna influencia generada por el momento que atraviesa, el contexto en que vive, o la situación que se manifiesta en dicho momento y contexto (todo ello cabe en el concepto "circunstancias"). Es absurdo pretender la comprensión de cualquier conducta humana al margen del complejo coyuntural que la origina, o la moldea, o fuerza su manifestación, o la dirige en uno u otro sentido, o determina de cualquier modo sus características.
Entonces, contextualiza la conducta de los demás en función de SUS circunstancias, si deseas comprenderla.
2- Poniéndote en su lugar.
La empatía, en lenguaje sencillo y básico, es la capacidad que tenemos los seres humanos (no siempre, ni todos) de "calzar zapatos ajenos", para comprender las razones por las cuales dicho calzado puede molestar a quien lo está usando, y obrar con base en eso. No hay forma de entender con cierta claridad y calidad la conducta ajena, si no nos ponemos "en sus zapatos", y con ellos puestos -no con los nuestros-, valoramos cómo le influye el momento, el contexto y la situación en que está viviendo, y cuán acertadas o desacertadas son sus decisiones en función de ellos.
Entonces, ponte en el lugar de los demás; cálzate SUS zapatos y procura sentir cuánto le aprietan, si deseas comprender SUS actuaciones.
3- Evitando compararlo con el tuyo.
Cada persona es única y responde de forma única a las características y los requerimientos del momento, el contexto y la situación en que vive. Entonces, pretender que "su" conducta es comparable o equiparable a "tu" conducta, o que puede ser analizada, valorada y juzgada a partir de lo que tú harías en su caso, resulta cuando menos absurdo.
Entonces, en lugar de hacer tales comparaciones desde tu yo y tus circunstancias, estudia y analiza mejor EL SUYO y LAS SUYAS. Esa otra persona no eres tú, ni vive lo que tú vives.
4- Conociendo mejor a esas personas y su historia.
Los fundamentos profundos del comportamiento humano pueden remontarse muy lejos en el tiempo, llegando hasta las raíces de cada persona y todo lo que la rodeó cuando tales raíces propiciaron su crecimiento hasta lo que él o ella es hoy. Por ejemplo, en quiénes fueron o son -y cómo actuaron o actúan- sus abuelos y padres, en su historia de vida y crianza, en la forma en que ese ser fue educado, en todas las influencias de cualquier índole que recibió, en las enfermedades que padeció, en sus triunfos y sus fracasos, en sus parejas y cómo se comportaron, en sus estudios, sus trabajos, y el desempeño que manifestó en cada uno de ellos. etc., etc. Si no tenemos cierta claridad sobre todo ello, o al menos una parte significativa, nos será muy difícil comprender con amplitud y profundidad su comportamiento presente.
Entonces, procura investigar un poco sobre quiénes son y de dónde vienen las personas que te rodean o que halles en tu ruta, antes de formarte un criterio definitivo sobre SUS conductas.
5- Eventualmente, estudiando algo de teoría del comportamiento humano y aplicándola a lo que ves en los demás (casos extremos).
La conducta humana es uno de los fenómenos más estudiados, más complejos, y al mismo tiempo, más requeridos de estudio permanente que existen. Entre otras cosas, porque responde mucho a las evoluciones y los cambios del entorno; por ejemplo, como es bien sabido, estamos viviendo actualmente un profundo, trascendental y ampliamente abarcador cambio de época, que lo afecta todo y nos afecta a todos. Sin olvidar, por otra parte, que dicho proceso actual es permanente y no se detiene; por ejemplo, hace apenas dos años nadie creía en la posibilidad de que hoy -abril de 2024- estuviéramos conviviendo con la inteligencia artificial generativa (IAG), y siendo parte de las enormes transformaciones que tal herramienta nos está permitiendo efectuar en nuestros diferentes procesos como estudiantes, trabajadores, profesionales, académicos, artistas, escritores, líderes, y en cualquier función o ejercicio que podamos imaginar.
De hecho, ya parece sensato afirmar que la IAG está dando inicio a un nuevo y drástico cambio de la época definida y determinada por la llegada de Internet y todo lo digital a nuestras vidas; hay bastantes expertos, muy reconocidos, que hablan de la quinta revolución industrial a partir de este momento, y que será la más importante y trascendente que la humanidad haya vivido.
Es importante, entonces, estudiar y analizar cómo influyen tales transformaciones epocales -las anteriores y las actuales- en los comportamientos humanos; y debemos hacerlo en una escala amplia (o sea, en la perspectiva de TODAS LAS PERSONAS), para irlos aterrizando en lo individual (es decir, EN CADA PERSONA) y obrar en consecuencia.
Por mencionar un solo tema como ejemplo (cabrían cientos), elijo la motivación humana y nos pregunto:
¿Qué motiva hoy (y antes no lo hacía) a las personas de cada sexo y de cada segmento etario en cada región del mundo, para asumir las nuevas tendencias y prácticas tecnológicas en el estudio, en el trabajo y en la vida privada, habiendo como hay tantas desigualdades en los niveles de desarrollo (y por tanto, de acceso a recursos) en los diferentes países?
¿Cuáles modelos y métodos de gestión -congruentes con las características y las exigencias de la nueva época-, serían los más efectivos en cada grupo estudiado, para asegurar que los motivos existentes sean compatibles con las necesidades de desarrollo de esos países, de sus diversas comunidades, y de las personas que las integran?
¿Cómo funcionaría todo ello -o parte de ello- en el caso de Juan Pérez, mi subordinado y compañero en el equipo de trabajo?
Y finalmente (esta ya sería para estudiosos del tema, claro está): ¿Cuáles teorías y modelos tradicionales y aún "modernos" sobre la motivación humana, siguen siendo válidos "tal cual", cuáles requieren adecuación al nuevo contexto, cuáles deberían ser descartados, y cuáles podrían ser los fundamentos de uno o más nuevos modelos o teorías congruentes con las nuevas condiciones?
Obviamente, no he sido ni podría ser exhaustivo en ninguno de los puntos mencionados, pero al menos intento darte una idea de lo que cabe en ella (o podría caber) en función de una pregunta tan interesante, abarcadora y retadora como la que has formulado.
Espero haberte ayudado, y haber aportado. Un abrazo cordial desde el Caribe.
Hasta aquí mi respuesta, amigo lector. ¿Qué piensas tú?
¡Dímelo en los comentarios, o en las redes que compartimos!
Un abrazo cordial,
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