Cómo alcanzar la condición de MAESTRO

Créditos: Imagen original generada con prompt del autor, utilizando la aplicación de inteligencia artificial Copilot


Ampliando una respuesta ofrecida en Quora a la siguiente pregunta: ¿Qué es ser un maestro? Hablando del lado de la docencia.

¡Saludos cordiales!

Excelente y muy retadora interrogante. Intentaré responderte lo mejor que pueda y sepa.

Lo primero a precisar es que, en mi opinión, la condición y denominación de MAESTRO no equivale necesariamente a la de profesor, instructor, entrenador, y otras similares. Por ejemplo: las instituciones educativas pueden contratar y ubicar laboralmente a un profesor, pero este debe cumplir un grupo de requisitos para convertirse en Maestro, que no solo se relacionan con el ejercicio instructivo y educativo frente al alumnado, y con la gestión metodológica, tecnológica, informativa y documental correspondiente; también incluyen otros diversos aspectos, especialmente de índole humana, que es LA MÁS IMPORTANTE.

Y por supuesto, tampoco tiene que ver con el título de postgrado denominado Maestro, Máster o Magíster (dependiendo del contexto). Dicha titulación acredita un nivel bastante elevado de suficiencia académica e investigativa -superior al de Licenciatura o Ingeniería- en un ámbito específico del conocimiento; pero NO otorga credenciales de Maestro, desde la perspectiva simbólica y connotativa que estoy analizando aquí.

En mi óptica de análisis y valoración temática, LA CONDICIÓN DE MAESTRO ES UNA MARCA PERSONAL.

Yo creo que ser un Maestro en el sentido de la docencia (al que se refiere la pregunta que estoy respondiendo), pasa por convertirte en la persona CON la que tus estudiantes quieren aprender, CON la que saben que pueden aprender, CON la que disfrutan aprender, y en quien perciben y sienten la humanidad, la vocación, la motivación, la preparación, el enfoque, la paciencia y la voluntad para conducirlos a lograr los aprendizajes de toda índole que están buscando y necesitan para su vida en su condición de seres humanos y sociales integrales; no solo para un determinado ejercicio laboral/profesional.

Seguro captaste que no escribí "de", sino "CON". Y eso es clave. Pues la condición de maestro no incluye sentirse "modelo", sino SER MENTOR: implica convertirse cada día en guía, informador, formador, diagnosticador, soporte, impulsor, inspirador, motivador, estimulador, evaluador, retroalimentador, y por supuesto, RESPONSABLE POR LOS RESULTADOS DEL ESTUDIANTE. Y todo eso exige involucrarse a fondo CON ELLOS en sus procesos de aprendizaje y crecimiento, dejando en ellos una huella desarrolladora que nos convierte ante sus ojos y nos posiciona en sus mentes como UNA MARCA INSPIRADORA Y GENERADORA DE DESARROLLO.

Creo que también notaste que no escribí "conocimientos", sino preparación. Porque ser Maestro NO se trata de mostrar y demostrar lo que tú sabes, sino de lograr que el alumno aprenda cuanto debe aprender como debe aprenderlo, y que esté preparado para utilizar correctamente lo aprendido.

Y para conseguir eso, no basta con "saber mucho". Hay que estar bien preparado para conducir integralmente procesos de aprendizaje y crecimiento, los cuales, además, incluyen y abarcan mucho más que adquirir "conocimientos" y desarrollar "habilidades" sobre tal o cual materia, o aún sobre todas ellas. Incluyen, especialmente, desarrollos diversos e integradores en LA ESFERA HUMANA, que les permitan, entre otras muchas cosas, utilizar de forma correcta, pertinente y socialmente útil esos conocimientos y esas habilidades.

Por cierto, ahora se denomina a todo eso "competencias", y está bien: porque poseer y manifestar en la práctica un grupo de competencias pertinentes a la realidad en que se vive, conduce a ser una PERSONA COMPETENTE, a los ojos de quienes nos rodean y pueden beneficiarse de lo que SABEMOS y SABEMOS HACER, siempre y cuando sepamos SER. Por eso, al igual que la de Maestro, LA CONDICIÓN DE PERSONA COMPETENTE TAMBIÉN ES UNA MARCA PERSONAL. Y a los educadores nos corresponde la tarea de ayudar a nuestros estudiantes a lograr esa condición, a convertirse en esa marca.


¿Y de dónde sacas todo esto, Vladimir?

Mmmmmmm... Pues muy sencillo: de la experiencia, propia y ajena. Llevo cuarenta años trabajando muy duro para convertirme en la persona que te he descrito, cuyo perfil conocí y reconocí en el camino, con la ayuda y el ejemplo de quienes fueron mis Maestros; y si algo he aprendido, es que ello constituye una meta permanente. Estoy totalmente convencido de que me siguen faltando cosas, y con la enorme magnitud del cambio constante, profundo y multitemático que vive y seguirá viviendo la sociedad, cada día descubro otras nuevas que necesito incorporar a mi ejercicio. Pero tengo una gran vocación de crecimiento permanente, y espero en Dios poder acercarme lo suficiente para sentirme satisfecho, antes de partir.

No hay forma de definir y alcanzar un punto final en este trayecto de convertirse en MAESTRO, porque ese punto NO EXISTE. Es una aspiración permanente e inalcanzable, como lo es la perfección. Con esto te dejo dicho lo siguiente:

El día que creas haber alcanzado la condición de MAESTRO, deja las aulas. Estás acabado.

Aquí y aquí cuento un par de historias sobre algunos momentos de mi ruta hacia el magisterio, que todavía está lejos de concluir. Y un detalle más: quien se sienta Maestro el día que egresa de la universidad con un Diploma de Licenciatura en Educación o en Pedagogía, ya fracasó. Ese día es que comienza la ruta hacia el magisterio. Hasta ahí solo hay algunas herramientas.

Espero haberte ayudado, y haber aportado. Un abrazo cordial desde el Caribe.


Hasta aquí mi respuesta, amigo lector. ¿Qué piensas tú?

¡Dímelo en los comentarios, o en las redes que compartimos!

Un abrazo de tu amigo,

Vladimir

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